Suena el móvil y es domingo, son las ocho de la mañana. A pesar de las circunstancias, esta vez no me sobresalto, inconscientemente espero la llamada. Al oírlo aprieto el móvil y respiro hondo antes de contestar, no necesito mirar la pantalla, ni siquiera la hora. Automáticamente, respondo demasiado despierto quizá:
- Buenos días mamá, esperaba tú llamada.
- Felicidades hijo ¿Cómo estás?
- Bien, mamá, estoy francamente bien.
- Pues eso hijo, que feliz cumpleaños. Descansa que es domingo pero no podía esperar, ya lo sabes. Su voz suena tristemente alegre.
- Mama. Sabía que me llamarías. Confirmo mientras asiento con mi cabeza y siento al otro lado del teléfono su sonrisa emocionada.
- Vienes luego a verme ¿verdad?
- Si mamá, claro, luego voy a verte.
- Tú padre anda por aquí pero no se quiere poner, dice que cuando vamos acabar con una costumbre tan macabra, que tú cumpleaños es en diciembre. Vamos! como si no lo supiéramos.
- Ya sabes cómo es, no te preocupes, si lo hace por protestar pero se acuerda y se alegra tanto como nosotros.
- Claro hijo, claro, como no se va alegrar.
- Bueno mama, gracias por acordarte, hablamos.
- Claro pequeño, perdona que me emocione y siga felicitándote pero me acuerdo y se me pone un nudo en la garganta. Ya sabes como me siento y que me parece muy raro alegrarme un día así sabiendo lo que pasaron otros tantos.
- Déjalo mamá, digo apretando el móvil, no lo pienses, las cosas fueron desgraciadamente así.
- Hasta luego, sabes que te quiero, verdad.
- Claro que sí mamá. Un beso.
Los recuerdos son cada vez más difusos, el caos de aquel día empieza a dispersarse en el caos diario de la memoria, otras hojas caen sobre esa historia pero ninguna afortunadamente como aquella. Pasa el tiempo y no me olvido.
A todos los que no pueden escribir esa frase a todas las que no pueden felicitarnos el día 11 de Marzo.
Y por qué el hijo no le dice a la madre que la quiere también, está torcido?......
ResponderEliminarme ha encantado, qué sinsentido todo aquello que ocurrió, y cuántas vidas destrozadas para siempre...
Un sinsentido, sin lugar a dudas. Intentar imponer ideas y pensamientos basandose en el miedo y el dolor...
EliminarQuiza el hijo no mande besos por telefono porque tiene la suerte de poder darselos en persona.
Que llorera Beduino, que llorera al leerte...
ResponderEliminarSon sentimientos contrapuestos, pena por todos los que no pueden ser felicitados y alegria por poder felicitar a los que lo superan cada día.
EliminarWOW....sin palabras!!
ResponderEliminar"Han querido matarnos a todos, pero no han podido" simplemente espectacular!
Como dice MdB, un sinsentido todo lo que sucedió!
Lo intentaron y desgraciadamente lo consiguieron. Esperemos que nunca más tengamos que lucir crespones negros por nadie.
EliminarFelicidades, yo también revivo en parte una tristeza profunda y una alegría tremenda de que hubiera huelga de profesores, a día de hoy se me habrían ido 20 y no dos. Un beso!
ResponderEliminarMuchas gracias, felicidades a ti también por poder seguir enseñando a todas esas personas...
Eliminaruf.........
ResponderEliminarFelicidades beduino....
Muchas gracias!!!
ResponderEliminarAfortunadamente nosotros tenemos la suerte de seguir escribiendo y felicitandonos. Bueno, por lo menos lo intentamos.