miércoles, 18 de julio de 2012

Multiidioma

Muchas veces los listillos se pasan de revoluciones y de listillos, le dan la vuelta al marcador y pasan por si mismos a ser, más bien, tontillos. Hoy me incluyo entre ellos. Os cuento:

El otro día tomaba nota de un correo electrónico por teléfono. Mi interlocutor por la voz y forma de hablar era una persona mayor. Amablemente respondía a la pregunta de deme su email, por favor, para que le envíe la documentación, de no importa el que.
  • Tome nota: ifon, arroba…no importa que.

  • ¿Disculpeee???
Y ahí es donde el listillo que en este caso es el mismo que escribe, se creció. Montado en los patines de la ignorancia y la suficiencia el horizonte amenazaba con galleta, y de las buenas.
Pensé para mí, vaya, a este hombre algún subordinado le ha dictado el correo corporativo, o se lo ha puesto y no lo sabe leer. Pobre hombre la tecnologías se lo han comido, le han cogido mayor.
Así que, con una medio sonrisa que trataba de disimular le pregunté:
  • Perdone, iphone escrito ¿con "f" o con "ph"?

Quería ayudarle, que supiera que entendía perfectamente su ignorancia, porque él era de otra generación, de la que leía Pogüer y helou...
  • Que "f" ni "ph", caballero, me respondió algo extrañado, Ifont de Ignacio Font...
Me controlé, y me costó. No me reí, ni siquiera me atreví a esbozar tras sus palabras una mínima sonrisa. Estaba seguro de que, de hacerlo, el señor malinterpretaría mi risa y pensaría que era de él de quien me reía, cuando de quien me estaría partiendo la caja sería de mí mismo, el listillo anglotecnológico.
 
Ahora, una vez superada la vergüenza, me parece una anécdota simpática,….la más simpatica de las últimas semanas y es que me en el fondo me hubiera gustado tener que escribir al mismísimo iphone@noimportaque ... en lugar de ifont@ca...tal

miércoles, 11 de julio de 2012

Los verdaderos campeones

Lo reconozco, no es justo e incluso algunos piensen que es demagógico y oportunista; pero a mi la marcha minera me ha emocionado.

Y es que desde pequeño los veia ya, tumbado en la vieja cama con colchón de lana de la casa de pueblo de mi tío Manuel. La pared forrada de pegatinas con hoces, martillos y frases de lucha obrera.

No se porque pero si escucho "Santa Bárbara bendita…" se me ponen los pelos de punta. Jamás he bajado a una mina y lo más parecido a un casco minero que he llevado puesto es el frontal Bwin en una carrera nocturna que corri. No veo, ni me mancho de carbón excepto en las barbacoas con los amigos. Pero hay algo en ellos, esos luchadores tienen algo que me toca el alma.

He seguido la marcha negra como supongo otros muchos, buscándoles por las esquinas, en los resquicios de mi día a día, escondidos en la prensa. He leído todo lo que he podido de sus historias, he sufrido con los golpes que han recibido por luchar por lo nuestro. Hoy están en Madrid, han llegado a su destino, ayer fue el final de su camino y esperemos que hoy den el primer paso para salvar nuestra cuenca minera.

Me gustaría estar allí, con ellos, caminar durante unos pasos con esos tipos, que para mi son los héroes.

Ellos no ganan Eurocopas, no hacen adelantamientos imposibles, no hacen mates con las manos llenas de anillos, pero son los nuestros, son más nuestros que nuestros deportistas de elite, son nuestra selección. Ellos no son la roja, son la negra. Para mi, futbolero, ellos son los verdaderos campeones. Esos campeones por los que de verdad merece la pena parar una ciudad, hacerles un pasillo en la Gran Vía.

Para ellos:


Ayer puño en alto, con la piel del alma de gallina, rejuvenecí, volví a sentirme joven e ingenuo, volví a creer que el mundo puede cambiar. Que otra realidad es posible. Y por eso hoy prefiero, mientras dure y antes de que la realidad destruya mi nuevo castillo de arena...pensar que la luz de sus cascos, como ayer lo hizo, iluminara nuestro camino.